Gurmé Córdoba 15-Otoño-Invierno 2023
ENTREVISTA
El patio de la taberna Rincón de las Beatillas es una exacerbación de la taberna cordobesa. Cuadros modernos de pintores cordobeses se combinan con fotos antiguas, motivos toreros y referencias a la Semana Santa. Pero esa recarga está en plena sinto- nía con el restaurante, como si se preten- diese alcanzar un barroquismo tabernero cordobés, y además se consiguiese. En este acogedor lugar nos espera, medio de fino en la mesa, Antonio Sánchez. ¿Cómo se inició en el mundo de la hostelería? Dejé los estudios muy joven, y estuve traba- jando un tiempo en un taller de puertas blin- dadas. Con 16 años recalo en la hostelería, y además en pubs. El primer sitio donde trabajé fue Cromwell. ¿Dónde estaba? En la esquina de San Hipólito que hoy día es Porta Gayola. Tras Cromwell estuvo ahí Barros o Luz de Gas. Después pasé al pub Aljibe, que estaba cerca de la calle Osario, en una calle que va a dar al Instituto Alcántara. Más tarde estuve en el pub San Francisco, que se inaugu- ró en la calle Alonso de Burgos. Me fui a la mili con 20 años y luego volví un tiempo al San Francisco. ¿Estos pubs eras parecidos entre sí o tenían diferencias? Cromwell era un pub de tipo inglés, basado en la madera. Aljibe llevaba una línea árabe con mesas de chapa y cojines en el suelo. Tenía también un patio. Era muy bonito. San Francisco era más vanguardista y moderno, tenía las paredes pintadas con personajes de Hollywood. Tenía una cabina telefónica ameri- cana. Estaba muy chulo. ¿Eran pubs de horario más amplio o de los de solamente por la noche? Sólo por la noche. ¿Cómo fue el trato con los clientes en ese ambiente? Todos esos pubs eran serios, no estaban desti- nados a gente muy joven. Sí eran jóvenes,
aún vivía Pepe de la Judería. Así que conoció a ese mítico hostelero de Córdoba. Llegué unos meses antes de que muriera. Murió en agosto del 85. Yo llegué en marzo o abril. Ya entonces Pepe estaba mal de salud y no trabajaba, sino que lo hacía su sobrino Rafalín. Sí que tuve la oportunidad de charlar con él y de conocerle. Ahora esa zona es super turística, ¿cómo era entonces? Por buena cocina y buenos productos que se tenga, sin un buen trato el cliente no se va satisfecho “
claro, pero con un cierto nivel de estudios. Una buena clientela. ¿Le gustó trabajar por la noche? Estaba acostumbrado, claro, pero no vivías el día. Entrabas a trabajar a las siete y media de la tarde, y cuando salías eran las dos o las tres de la mañana. Te levantabas tarde y el día te sabía a poco. Comentaba que volvió de la mili de nuevo al pub San Francisco. Sí, y de ahí pasé a Pepe de la Judería, cuando
Antes el 80 por ciento de la clientela eran gente de Córdoba, paseaban por allí e iban al Mesón de la Luna, al Mesón del Conde o a Casa Pepe, es decir, a las tabernitas que había en la Judería, porque restaurantes había muy pocos a excepción de El Churrasco, El Caballo Rojo y Almudaina. Tabernas tampoco había tantas. Ahora más bien el 80% es turismo. No sé si será bueno o malo. Es una pena para la gente de Córdoba, a la que le gusta ir por ahí a tomar sus cervecitas y traer a los amigos que vienen de fuera. Ese
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