PASIÓN EN CÓRDOBA 2025
«Si no encuentras relevo piensas: ¿Qué hacemos, a quién vemos con fuerza para tirar? No puedes permitirlo: hay personas que pueden cargarse la cofradía»
∑∑∑
lo lean. Es cierto que en la Trinidad tendríamos 300 y algo hermanos. Al año y medio de estar aquí, estábamos en tre los 700 y 800, y a los tres, rondando los 1.000. Pero también es cierto que hay mucha gente que lo hace por la curiosidad, porque el niño quiere salir, y con el hándi cap de que eran muchas horas a la carrera oficial. Los ni ños llegaban cansados. Teníamos una nómina en que se entraba y salía. Veinte que no repetían y veinte nuevos. Pero no había núcleo asentado. Por otro lado, es compli cado cuando vemos que la gente de 30 o 40 años no va a la iglesia. A los que ya tenemos unos años y formamos parte de la Iglesia, nos duele. Si vienes una hora no tienes ni que rezar: le dices a Dios los problemas que tienes, es tás un rato y te vas con un sosiego y una paz impresio nante, ¿Por qué no vienes, por qué no traes a tus niños?. En el período de primeras comuniones, las iglesias se lle nan de niños, pero acaba y no ves a un niño por aquí. Esto no es vida de fe, y eso se ve. —Usted conoció la época en que no se autorizaban nue vas cofradías y se limitaba a las que había. Ahora es más fácil erigir hermandades. ¿Es del todo bueno? —Es relativo. Siempre he dicho que hermandades, cuan tas más, mejor, pero cofradías, despacito. Para mí tienen que reunir requisitos sin los cuales no deben dar el salto a la calle. No estoy de acuerdo en que se admitan cofra días que no tienen una sede social, aunque sean unos sa lones de una parroquia. Nos juntamos veinte y vamos a hablar con el Obispado para que nos deje salir. Esto no es así, esto es mucho más serio. No sólo por ese hecho, sino por la formación. Preguntas: ¿Usted sabe cuántos man damientos hay? Y dicen que eso no hace falta para sacar un paso. ¿Usted sabe el Corpus Christi qué significa? Y dicen que qué tiene que ver. No es que yo diga un examen, pero un nivel mínimo que la gente sepa por qué quieren representar un Cristo en la cruz, cualquier momento de la Pasión de Cristo, y que lo vivan. Hay gente que no tie ne medios para salir dignamente, no puede nunca. —Fue usted hermano mayor primero doce años, luego vicehemano mayor cuatro, y luego cuatro hermano ma yor. En cofradías se trabaja y el cargo no es para figu rar, pero, ¿por qué un mandato tan largo? —En este barrio hay gente que pertenece a cofradías, pero gente que no ha querido, o no hemos sabido nosotros cap tarlos para que vengan. Yo estuve dos mandatos, y al ter cero no se presentaba nadie y tuve que pedir dispensa al Obispado para presentarme, a la vista de que no había nadie. No es que yo quisiera seguir. Hablé con el párroco
Pedro Rojas, en un momento de la entrevista
y dije que no importaba para seguir mientras no apare cía otro. Conseguimos el permiso, pero tras el tercero no había forma. En la misma junta de gobierno cambiamos los papeles para poder estar, pero la persona que estaba, Antonio Susín, tenia mucho trabajo, incluso en el extran jero, y muchas cosas las hacía como vicehermano mayor, aunque él tenía la última palabra. Luego hubo un último mandato. No digo cuatro años, porque en cuatro años hay proyectos que no se puede hacer, pero sí limitaría los man datos a a ocho años. —¿Qué sucedió en su caso? —Si estás ocho años, y el último es de buscar a un susti tuto, a un heredero, y no lo encuentras, llega un momen to en que dices ¿abandono y todo el trabajo lo dejamos a expensas de que venga un loco y quiera hacer una barba ridad? Parece una tontería, pero lo pueden corroborar la inmensa mayoría de hermanos mayores: llega un momen to en que antepones la cofradía a la familia. Y eso cuan do se para uno a pensarlo es muy duro, porque hay veces que se pierden momentos fundamentales en la vida fa miliar. Y es porque estás aquí, por no abandonarlo. ¿Qué hacemos, a quién ponemos, a quién buscamos, a quién vemos con fuerza para tirar? No puedes permitirlo: hay personas que pueden cargarse la cofradía. —También confiarían en usted, verían liderazgo y ca pacidades. —Yo decía a mi junta de gobierno: «Señores, que pasa esto. ¿Damos el paso adelante?, y si tenía a 15 personas, casi todos seguían». De hecho hoy, la mitad de los componen tes de la junta de gobierno son todavía de la junta mía. Ha habido una continuidad que es muy bueno que la haya.
26
PASIÓN EN CÓRDOBA
PEDRO ROJAS: «LLEGA UN MOMENTO EN QUE SE ANTPONE LA COFRADÍA A LA FAMILIA»
Made with FlippingBook - professional solution for displaying marketing and sales documents online