PASIÓN EN CÓRDOBA 2025
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«Las inundaciones de diciem bre de 1876 terminaron de arrui nar la vieja iglesia de San Nico lás y San Eulogio de la Ajerquía», cuenta David Pinto, y de allí sa lieron la pila bautismal y el Se ñor del Huerto para trasladar la parroquia al monumental tem plo que había sido del convento franciscano de San Pedro el Real. Ocuparía la capilla que perte neció a la cofradía de San Diego, la también desaparecida cofra día que había tenido como titu lar en los siglos XVII y XVIII al Cristo de la Expiración. El Señor del Huerto y el Señor Amarrado a la columna ya estaban bajo el mismo techo y sus destinos em pezaron a unirse. A finales del si glo XIX muchas cofradías, ade más de en la procesión oficial, sa lían en otras jornadas. «En 1891 y 1892 las dos imágenes salieron de San Francisco en una proce sión a la que se unieron desde San Lorenzo el Señor del Calvario y
El obispo Fray Albino impone, en 1947, a la Virgen de los Dolores Gloriosos la corona que ahora lleva la Candelaria. Arriba, el Amarrado con su antiguo misterio. Debajo, el Señor del Huerto en los años 40
Nuestra Señora del Mayor Dolor del hospital de Jesús Na zareno», relata David Pinto. Aquella imagen era la hoy ve nerada como María Santísima Nazarena. La cofradía del Huerto, ahora ya una hermandad de principios del siglo XX. Se reorganizó en 1917 con unas reglas muy de la épo ca, que fijaban dos salidas procesionales en Semana San ta. Una de ellas, para participar en la procesión oficial del Santo Entierro y otra de forma independiente, muchas veces el Martes o el Miércoles. David Pinto advierte: en aquel momento el Amarrado a la columna todavía no formaba parte de la recién re constituida cofradía. Y no fue así hasta 1922, cuando se unió a propuesta de Carlos Romero Berral, párroco de San Francisco. Lo atestigua un partículo de prensa que ha en contrado, del 22 de febrero, en que se cuenta cómo el sa cerdote habla de incorporar la imagen de Jesús Amarra do a la columna, «la cual carecía de cofradía, y se acuer da por unanimidad». Las crónicas de 1922 ya hablan de que iban «Jesús en el Huerto y Jesús Amarrado a la colum na, con su cofradía». Era ya una sola. David Pinto ha encontrado incluso la historia de la ad veración, que de Jesús en la columna pasa a ser Señor Amarrado a la columna. Tiene una teoría: cada Viernes Santo en el ‘Diario de Córdoba’ se publicaba una saeta que decía con la misma letra. Cada gota de sudor / que Jesús vertió en el huerto / hizo brotar una rosa / que Él perfu mó con su aliento. / Amarrado a la columna / te tiene la turba impía / a Ti que has roto los lazos / que al pecado
nos unían». Pasó la cofradía por el esplendor de los años 20 y por la dificultad de los años 30, con la República y la Guerra Civil y en 1941 se estableció donde la conocieron muchos cofrades: en el Martes Santo y como la única co fradía de Córdoba con tres pasos: el Señor de la Oración en el Huerto, el Señor Amarrado a la columna, que llegó a tener la advocación de las Penas, y la imagen de la Vir gen, con la advocación de Nuestra Señora de los Dolores Gozosos y Nuestra Señora de los Dolores Gloriosos. Hasta 1947, cuando la Expiración se estableció en esta jornada, en que estuvo más de treinta años, fue la única cofradía del Martes Santo. Las fotografías de Ricardo que forman parte del Archivo de Cajasur recogen al Señor de la Oración en el Huerto con melena de pelo natural, como la tiene en todas las fotografías, mirando a la cara al án gel confortador, que está subido sobre una nube y le mues tra el cáliz que tiene que beber. Hay olivos, como corres ponde al lugar en que Jesús se retiró a rezar, y también es tán los apóstoles Juan, Pedro y Santiago, que dormían cuando el Señor, como recuerda el relato evangélico, les había pedido velar con él. También era de misterio el con junto del Señor de las Penas, que tenía a dos sayones, uno a cada lado, golpeando con los látigos, y que muchos años llevaba calas, porque era corriente que los pasos se ador naban con lo que se encontraba en los jardines y huertos, y era una flor muy popular. Y detrás, la Virgen de los Do lores, en un paso sin palio que llevaba unos llamativos medallones en lo que serían los respiraderos, y con una
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PASIÓN EN CÓRDOBA
EL RESURGIR DEL HUERTO, LAS HISTORIAS DE UNA COFRADÍA SUPERVIVIENTE
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