Pasion en Sevilla 145 noviembre 2023

Luz de noviembre LAS COORDENADAS SE VUELVEN LOCAS, CUANDO SE ACERCA EL DÍA DEL ANIVERSARIO DE LA RECONQUISTA Publicado en ABC de Sevilla el 20 de noviembre de 2017 A yer, a las 6 y 10 de la tarde, se puso el sol de Se villa por detrás del Cerro de Santa Brígida, por detrás de los tejados y paredes de cal de Tria na que, vistos desde el puente, parecen un cua dro del mejor Juan Gris. Ayer, como todos los atardece res de estos otoños de doradas arboledas en las largas avenidas del Parque, se echó la noche encima antes de que nos diéramos cuenta. A las seis y media de la tarde era ya noche cerrada. Precisamente a la hora en que, por la primavera, cuando los vencejos hacen más cóncavo el borgiano cielo azul del Arenal, suenan los clarines en la plaza de los toros para que se abra el portón de la afir mación de la luz en el pandero del Giraldillo. Ahora, en un momento se ha hecho de noche. En un santiamén. Es como si Sevilla te recitara los veinte poemas de amor y la canción desesperada de la luz con el verso de Neru da: “Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido”. En es tos días de noviembre, es tan corta la luz y es tan larga la noche... La noche cae como un mazazo, cuando ves que te has quedado sin un solo rayo de sol otoñal. Son de título de cuadro de Valdés Leal estos atardeceres de otoño, en un mes de la Dolorosas de luto y de esquelas colectivas de las hermandades y de las entidades socia les: ‘In ictu oculi’. Como la muerte en las coplas de Jorge Manrique, la noche se viene tan callando... Por la primavera, cuando es tan fácil gozar de la luz de Sevilla, son largos los atardeceres como la despedi da de unos novios hablando por teléfono. Dura el res coldo de la luz horas y horas. Parece que la luz no se quiere ir de Sevilla: «Anda, déjame un ratito más ilumi POR ANTONIO BURGOS

nar cúpulas y torres, espadañas y patios de buganvillas en flor...». Pero ahora parece que tiene prisa por irse, ur gencia en dar paso a la noche de bufandas y faldas de mesascamillas, de copas de cisco picón y babuchas de paño. En estos días del otoño, la luz de Sevilla se hace como una turista en nuestra tierra que sigue guardan do sus horas de por ahí, y se va tan temprano, tan pron to, tan de sopetón, como queriendo pasar pronto el mal trago de ver ponerse el sol. Porque parece que estamos por ahí, en la que llaman Vieja Europa, y que es una chi quilla al lado de esta Vieja Dama que vio llegar a los ro manos cuando Londres era una aldea y París, un pobla do de pescadores. En estos días la luz esquiva, la luz fu gitiva, hasta se olvida de nuestras coordenadas, y confunde el Guadalquivir con el Rhin. Se olvida que es tamos a una latitud de 37°22’58” N y una longitud de

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775 ANIVERSARIO DE LA RECONQUISTA

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