Pasion en Sevilla 145 noviembre 2023
tinguidos como los integrantes de la familia real en Sevilla: el infante don Carlos de Borbón y su esposa la infanta doña Luisa de Orleáns; y sus hijas doña Es peranza, doña María, doña Isa bel Alfonsa y doña Dolores. Pero también a refinadas damas de la nobleza sevillana como a la señora marquesa de Argüelles, quien todos los años cedía a la nueva Dolorosa, popularmente conocida como la «Señorita de Triana» alhajas de su propiedad que ni ella misma se atrevía a lucir en la corte madrileña, de bido a la superioridad que estas poseían con respecto a las joyas de la propia reina. Belmonte y Gallito Los dos toreros representaban como nadie la dualidad de los barrios de Triana y la Macare na. Si Joselito «El Gallo» perso nificaba a la Alameda, la Maca rena y a Sevilla, al barrio de Tria na, su «Señá» Santa Ana, el Altozano, el Rocío, la calle Cas
El Cachorro en una estampa postal. Finales del siglo XIX.
tilla y el Zurraque quien mejor los encarnaba era Bel monte. El negro imperante de siglos pasados, la her mandad del Cachorro lo reemplazó por el rojo burdeos, por lo que en la impregnación del nuevo estilo que los dirigentes, Juan Belmonte entre ellos, le confirieron al nuevo palio del Patrocinio siguió muy de cerca el mo delo (suntuosa riqueza y alegría) del paso de la Virgen de la Esperanza de la Macarena, barrio natal de Juan Belmonte, al que acudía todos los años por la mañana para ver la entrada de la Virgen, y saludar a su íntimo amigo José Gómez «Gallito», que iba siempre en la pre sidencia de su paso de palio. El Viernes Santo de 1917, tras recogerse la Macarena, Belmonte y Gallito fueron sacados a hombros de una gran multitud por el Arco de la Macarena. Acontecimiento histórico aquel, pues nun ca pudieron salir así los dos juntos por la Puerta Gran de de la Maestranza. Belmonte movilizaba una canti dad ingente de personas, por lo que la popularidad que el torero le reportó en las décadas iniciales del siglo XX al Cachorro fue determinante para terminar de consa grar su prestigio devocional e institucional. Por ello no debe extrañarnos que en el año 1929 la imagen elegida para representar a la Semana Santa de Sevilla en los pa neles cerámicos de la Plaza de España (hoy uno de los monumentos más visitados de todo el mundo), fuese el Santísimo Cristo de la Expiración sobre su paso cruzan do el puente de Triana.
Paso de Palio de la antigua Virgen del Patrocinio
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775 ANIVERSARIO DE LA RECONQUISTA
PASIÓN EN SEVILLA
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