Pasion en Sevilla 149 mayo 2024
∑∑∑
de los ‘espirituales’ al que per tenece Vittoria Colonna y con el que el propio artista Buona rroti tiene relaciones. La hipó tesis es que esta iconografía, aún en el ámbito de lo privado, es vehículo para destacar que el sacrificio de Cristo es la úni ca vía de salvación para el in dividuo. El propio Juan de Val dés, en su libro ‘Ciento Veinte consideraciones divinas’, pre senta a Cristo agonizante y su ficiente no por los dolores físi cos, sino por haber cargado so bre sí todos los pecados de la humanidad: confusión, dolor e incluso vergüenza «como si los hubiera cometido Él mis mo», dice De Valdés. Una espi ritualidad reformada que an tecede a Trento y que pone el acento en la salvación por la fe, sin dejar de lado del todo las buenas obras. Lo curioso del asunto es que en poco tiempo pasó de ser mo tivo sospechoso de tendencias heréticas a convertirse en un objeto de piedad popular. Ya en la década de los setenta de ese mismo siglo lo encontramos en altares y retablos públicos de toda la cristiandad. La crea ción del genio toscano ensegui da es copiada y divulgada en grabados como los de Battista Franco o Giulio Bonassone, que no tardarían en llegar a Sevi lla. No en vano, en 1575 Marcos Cabrera modela su Cristo para la hermandad de la Expiración del Museo. Sólo a partir de los años veinte del XVII el Cristo vivo se convierte en una iconografía ideal para los altares de igle sias.
Grabado de Giulio Bonassone que difunde la creación de Miguel Ángel
Federico Barocci le da un giro de tuerca incorporan do al paisaje del Calvario elementos reales de la ciudad de Urbino, en su Cristo Expirante que hoy se conserva en el Museo de El Prado. Sacar del contexto al crucifi
50
PASIÓN EN SEVILLA
CORPUS CHRISTI SEVILLA
Made with FlippingBook flipbook maker