Pasion en Sevilla 149 mayo 2024

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‘El Viejo’ esculpió en 1571 una miniatura del Cristo de San Agustín para el templete de la Cruz del Campo. Un par de años después, repetiría inspiración con el de Burgos

tino, de profusa trayectoria previa en el arte del retablo en Ávila y Toledo, se embarcaba así en la génesis de la que se convertiría en su obra cumbre en el ámbito reli gioso, pues también se dedicaba a la ornamentación ci vil. Como muestra, las primitivas fuentes de la Alame da de Hércules, que quedó urbanizada y ajardinada por primera vez aquel 1574 por el Conde de Barajas; o el mo delo con el que Bartolomé Morel gestó precisamente la veleta de la Giralda. Que ‘El Viejo’ –como quedó apodado una vez que su hijo, de igual nombre, siguió sus pasos– estuviera liga do a todos estos grandes proyectos llevó al licenciado Juan de Castañeda a confiar en él para gubiar una ima gen de Jesús en la cruz para su propia capilla funeraria, dentro de la iglesia de San Pedro. Doble interpretación La fuerza de la talla no sólo ha trascendido las épocas sino también las fronteras, pues el encargo bebe de una doble inspiración que hunde sus raíces en Flandes. La consigna que recibe Juan Bautista Vázquez, y que re cuerda el académico de Santa Isabel de Hungría Pedro Sánchez Núñez, es clara: dar cuerpo a un cristo de «ocho palmos y medio de vara –en torno a 1,70 metros– con ‘su corona de espina y sus cabellos largos y un paño en el cuerpo según y en la forma que está y lo tiene el santo Crucifijo de la Capilla de San Agustín de esta Ciudad’». Lejos de la discreta veneración que tiene hoy su répli ca en una de las naves laterales de la parroquia de San Ro que, el crucifijo de San Agustín era antaño uno de los pun tales devocionales de Sevilla. Se le atribuían diversos mi lagros y era el protagonista de notorios episodios penitenciales como el vía crucis al humilladero de la Cruz del Campo –germen del que auspiciaría en 1531 Fadrique Enríquez de Ribera–. Sin saberlo, Juan Bautista Vázquez tallaría ‘dos veces’ al Cristo de San Agustín o de Burgos. La primera, en 1571, para embellecer este templete. Y es que la agustina fue una de las únicas dos órde La severidad del crucificado burgalés se suavizó en cada reinterpretación, hasta llegar a la muerte serena del que se venera en San Pedro, más clásico que manierista

HDAD. CRISTO DE BURGOS

Recortes de periódico hallados en el interior del sudario del Cristo de Burgos durante su intervención de 1997

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PASIÓN EN SEVILLA

CORPUS CHRISTI SEVILLA

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