PASIÓN EN CÓRDOBA 2025

José Carlos Rubio trabaja en la talla de uno de sus pasos. En el resto de imágenes, obras en sus talleres cordobeses

FOTOS: RAFAEL CARMONA

tal, que permita afrontar cualquier desgracia inesperada con lo más valioso que tiene una hermandad: sus titula res. El proceso convierte en unos y ceros las característi cas de la imagen y se conserva una copia fiel. Es un pro fesional que ya ha trabajado en iglesias, donde hay mu cho patrimonio que es necesario preservar por si llega algún suceso irreversible, y que busca también su campo en las hermandades. «Una luz rebota por la superficie de la imagen, crea una nube de puntos y después sale el ar chivo», explicaron entonces. Su trabajo no es desconocido, porque varias cofradías ya han pasado por este proceso. La primera fue la Mise ricordia, que en el año 2014 encargó a Global Scan este trabajo, que permite desde entonces tener una copia a buen recaudo, en un camino que luego continuaron la Es trella o el Vía Crucis, entre otras, y que forma parte de una inversión para algo que no se querría utilizar nunca. La Semana Santa sigue generando prosperidad en la sociedad y sus autónomos buscan además del aplauso la valoración económica que les permita seguir adelante como todos los profesionales.

un año tras otro. Junto a ellos hay además nuevas indus trias que ofrecen servicios que ahora se hacen cada vez más necesarios, y eso se pudo comprobar en la Feria de Emprendimiento Cofrade que organizó la Agrupación de Hermandades y Cofradías de Córdoba en el pasado oto ño. Allí estaban los proveedores más tradicionales y aque llos que fabricaban merchandising y objetos personales, más dirigidos a los cofrades y devotos que a las corpora ciones, pero también nuevas propuestas. Por ejemplo, la empresa Indiprot, dedicada a realizar digitalizaciones en tres dimensiones. Es algo que ha te nido demanda en los últimos años, porque permite esca near la imagen y tener una copia exacta en formato digi El relevo generacional no está demasiado garantizado y muchas veces les faltan proveedores. «Mi trabajo se admira, pero más en elogios que en dinero», dice Valera